Alumna: Constanza Blanco
Curso: IV Medio
Profesora: Jaqueline Peña
Liceo Tajamar de Providencia
Lo primero que se me viene a la cabeza, al pensar en los jóvenes de hoy día, es aquella famosa frase de Rubén Darío; “Juventud divino tesoro”.¿Cómo habrán sido los adolescentes del siglo antepasado para inspirar aquel divino sentimiento?
Sea como sea, de un tiempo a esta parte, seguramente más de algo ha cambiado en las nuevas generaciones, y de todas las virtudes que pudiesen inspirar actualmente, la divinidad y la admiración son las últimas que se me ocurrirían.Juventud, divino tesoro, solo puede sonarme a un chiste cruel y negro, cargado de una evidente ironía; por que nuestra juventud actual, de tesoro sólo tiene lo perdido, y de divino, nada.
Es casi una broma de mal gusto y apuesto a que Rubén Darío se revolcaría en su tumba al ver como han cambiado los tiempos.La única sensación que a me provoca esta nueva generación, aquella que viene de recambio y a jugar con “orgullo” su rol de “el futuro de Chile”, es la de un producto fallado de fábrica, sin manual de instrucciones, con una dudosa garantía y sin derecho a devoluciones; de la cual, gran parte de los presentes, somos por desgracia o buenaventura, representantes.Tratar de encontrar un sólo tema relevante se me hizo una tarea titánica, por que prácticamente todo lo que nos rodea como grupo etáreo, es debatible y polémico: que la inconciencia, el descuido personal, la facilidad de ser influenciados por modas, la falta de identidad, la promiscuidad, la drogadicción, la violencia reprimida, el carrete desmedido, la autodestrucción, la despreocupación por el futuro, la falta casi total de valores tales como el amor , el respeto, la tolerancia, la familia, la distorsionada visión de la vida misma y mejor paro de contar para no deprimirme.Todo esto me hizo llegar a la conclusión que existe un concepto que engloba lo anterior, y que si fuera médico y tuviera que diagnosticar a esta juventud enferma, sería algo como ausencia parcial o total de compromiso con los demás y lo que es peor, consigo misma.Para escribir esto, he tratado de abstraerme de este grupo en cuestión al que pertenezco, y mirar desde otro ángulo a mis pares, pues más allá de lo buena o mala que sea esta generación, la principal etiqueta que le da la sociedad es la de cero compromiso, y para ella , todos los que no pertenecemos a “la última generación cuerda” somos fieles representantes de frases célebres que sí son identificativas, tales como; “ no estoy ni ahí”, “ cero aporte” y “ ni un brillo”. Que no pueden estar más distantes de ser un tesoro digno de canonizar.Admito de antemano que tal vez a alguien le pueda sonar que soy prejuiciosa o que generalizo, o que tal vez exagero al referirme a mi propia generación, pero por muchas críticas que yo haga, con o sin fundamentos, de estos especímenes pegados en la eterna edad del pavo, no puedo renegar de ella y al ser esto lo que pienso, no puedo responder de otra forma que no sea “no estoy ni ahí, si te gusta bien y si no, bien también”.Al fin y al cabo, me guste o no, soy adolescente igual.
Lo primero que hay que hacer para analizar este producto fallado de fábrica, es una radiografía de todos sus componentes, partiendo por lo más importante: el joven mismo o todos aquellos que “adolecemos” de tanta cosa se supone nos hace dignos de la clasificación de “adulto”, partiendo obviamente por la madurez que nos hace “merecedores” de dicho título, (la cual es bastante subjetiva).Pero los jóvenes de hoy, lo que menos quieren hacer es madurar.
“Los cortaron verdes y punto”. Se acabo el asunto, y Carpe diem, a vivir el momento.Comencemos de la primicia, de que esta generación en cuestión, esta constituida por jóvenes entre los 12 y 20 años, considerando que a los 18 años es bastante relativa la madurez de un individuo, y si razonablemente podemos llamarlo adulto. Teniendo en cuenta que por ley, en este país, a los 14 años, yo ya soy conciente del bien y del mal, o sea puedo discernir y ser capaz de obrar libremente, y puedo decidir “concientemente” si quiero matar a alguien, pero paradójicamente aun no soy lo suficientemente apto, como para por ejemplo, decidir con plenitud sobre mi vida sexual. Raro, por no decir ilógico.En este periodo de la vida, el ser humano aun esta estructurando su identidad, en todos sus ámbitos, y formando su criterio propio. OK. Admitámoslo. Esta generación, tiene un poco, solo un poquito, desfigurados aquellos conceptos, por no decir que, radicalmente nunca les quedó claro si la identidad es o no comestible, o si el criterio es una banda de música japonesa.El cuento es, que por muy terrible que suene, no por nada es así. Solamente somos el fiel reflejo y copia feliz, de una sociedad aún más enferma, que nos ha engendrado, en donde cada vez la gente vive en peores condiciones, y nos estamos condenando en un sistema maquinal y poco humano, donde el materialismo y la superficialidad es el pan de cada día.No habría por que entonces extrañarse tanto, de las conductas que tienen los jóvenes de hoy.
Pero de todas formas, ¿Cómo llegamos a esto? ¿Es evitable? ¿Cómo hacer para conseguir una juventud indiferente en 5 pasos?
Pongan atención, que la elaboración de este polémico plato, tiene una receta de muchos y muy variados ingredientes.
Primer paso: Tomemos un niño cualquiera y lo dejamos remojar unos cuantos años en el seno de una familia estándar chilena, o sea, padres que trabajan siempre y pocos momentos para compartir, o en su defecto, una familia “parchada” de padres separados y nuevos hermanos. Cualquiera sea el caso, el joven debe pasar bastante tiempo tratando de encontrar la estabilidad o el equilibrio en otros elementos ajenos a su hogar.
Segundo Paso: Agreguemos en una olla la falta de comunicación, típica entre los padres e hijos hoy día, y lo difícil que es para estos progenitores, acceder a sus hijos, tarea a la cual desisten luego de incontables intentos, ya sea por aburrimiento o falta de tiempo.
A esto le agregamos poca o nula resistencia a la frustración, cosa de que cualquier meta se me haga imposible, por mínima que sea, si al primer intento no me resulta.
Sumémosle el sentimiento de abandono y la falta de afecto que muchos jóvenes comparten como resultado de la falta de comunicación sean con justa razón o sólo la sensación de abandono o incomprensión.
Tercer Paso: Mezclémoslo con algunos estímulos para condimentar, un poquito de rebeldía, otro poquito de responsabilidad, falta de capacidad de proyección, y unos cuantos litros de influenciabilidad. Este ingrediente es fundamental, porque es la base del sabor de la receta. Y como consecuencia de él encontramos, por ejemplo, frases como: “¿Para que voy a estudiar? Total el mundo se va a acabar el 2012 según Facebook”. O se explican los variados e “increíblemente originales” envoltorios que recubren a los jóvenes, ya que cualquier moda que implique masas y venga de otra parte del mundo, los representa, aunque la niñita no tenga idea por qué le robó los manteles a su vieja para hacerse una falda, o por qué el hijo se compra más maquillaje que su abuela y se pinta como puerta, o qué significa el último tatuaje que te hiciste en ese idioma tan bonito, que no recuerdas ni cómo se llama, pero suena lindo, o por qué te pasas horas frente al espejo maquillándote y alisándote el pelo para ir a comprar pan a la esquina. Como dato útil, son las modas el refugio de los jóvenes a la hora de buscar su “propia y única identidad”, cuando se sienten listos para salir a pedirle atención a gritos al mundo.
Cuarto Paso: Agreguemos unas miles de horas frente a la “Caja Tonta” viendo monos chinos azotarse contra paredes, otras cientas de horas de Internet y de la máxima expresión de ocio posible, dícese Fotolog, Egolog, Lulilog y lalalog, etc., y una alta dosis de música tribal de apareamiento canino denominado “Raegueton” o “Re-jetón” o como se llame.
Quinto Paso y Final: Meterlo al horno en temperatura ambiente, con otros de sus semejantes que hayan sido preparados de igual forma, agregarles un poco de su música, otro poco de ponceo, y esperar a que empiecen a reproducirse en masa. Con eso ya tenemos lista la promiscuidad y la falta de conciencia sexual que les caracteriza, y no porque sea malo que tengan esa capacidad de expresar “tan libremente lo que sienten”, de hecho, es una de las pocas cosas buenas que rescato de esta generación perdida, si no que lo hacen para llamar la atención porque en sus casas no los escuchan, y caen en la irresponsabilidad de correr riesgos ellos mismos y más encima comprometen a otros. A modo de advertencia, Por nada del mundo se le ocurra echar a la receta ningún tipo de valor o virtud, como el respeto por los otros, el amor propio, nada de autoestima, menos dedicación o empatía, ni hablar de fe o amor, pero por sobre todas las cosas, nada que tenga que ver con el futuro o sus derivados. El joven se pone amargo cuando se le habla de futuro y todo el trabajo de preparación se pierde, porque la vida es “a lo que venga” y hay que vivirla sin medir consecuencias ni nada. Tampoco hay que poner nada sobre la muerte o las religiones, porque a parte que no saben tampoco les interesa ya que mientras existan los computadores y se pueda carretear, todo bien, además no tienen ningún sentido perder tiempo de vida útil, en el que podría estar alisándome el
pelo, mandando cadenas o ponceando, en pensar y reflexionar sobre cosas tan triviales como si existe o no un Dios (aparte de Dadi Yanki) o tomarle el peso real a dejar de existir, indistinto si me voy al nirvana, al infierno o al Valhalla.
A continuación hay que poner al joven a reposar ante una sociedad aún más distorsionada, individualista y poco espiritual, en donde casi no hay oportunidades y a nadie le importa lo que le pasa al de al lado, responsable de esta generación caótica y errática, y sentarse a esperar a que algo cuaje en su interior y reaccione para cambiar el curso decadente de las cosas, si es que, algún día lo hace. Y listo. Ahí tenemos nuestro joven típico chileno, estadísticamente indiferente del mundo que lo rodea, ignorante y solo ante una realidad desoladora, y lo que es peor aún, sin ningún ánimo de cambiar ni siquiera por su propio beneficio. [Como lo he planteado, suena bastante trágico y crudo, mas sin embargo, realista y por que no decirlo, generalizado, ya que está visión totalmente personal de la juventud de hoy es lo concluido luego de estudiar a una masa. Por ello, me atrevería a decir que la gran mayoría de los adolescentes de hoy en día, concuerdan perfectamente con esta descripción o por lo menos en más de algún aspecto.¿Es que acaso no hay nada en esta generación que sea digno de destacar o algo bueno que extraer de ella para enseñarle algo a la sociedad? Yo creo que no. Si creo, que posee un sinfín de herramientas como para producir un verdadero cambio, que generaciones anteriores no pudieron experimentar, como la libertad de expresión o la tecnología misma, pero que sin embargo, prefieren ocuparlas de maneras tan erráticas como caerse ebrios a las tres de la tarde un viernes cualquiera en Providencia, o usar las redes de comunicación mundial, para subir el último video que grabaron de la competencia de vómitos y “apagás de tele” del carrete de ayer. Con esto no estoy diciendo, que el rescate de esas herramientas positivas que poseen significa deban confabularse y crear una organización política para dominar a la humanidad, si no que simplemente, deberían aprender a hacer un mejor uso de los beneficios de vivir en este siglo de manera inteligente.
De verdad creo, que sería muy interesante tomar a cualquier joven de hoy y ponerlo a prueba, por ejemplo, en la realidad de un gobierno militar dictatorial, teniendo que soportar el toque de queda y siendo realmente discriminado por pensar diferente.
Con esto intento decir, que la juventud de hoy, no es conciente tampoco, de que vive en una época en la que tiene el espacio, por lo menos para expresarse, y lo ven como algo totalmente normal, pasando por alto aquel detalle y no haciendo uso del factor de la libertad, que incluso hoy en algunas sociedades es un privilegio.Sin embargo, no puedo hacer vista gorda a aquellos que se escapan de esta masa, aquellos que pensamos diferente y que intentamos camuflarnos y pasar desapercibidos de este revuelo, y al mismo tiempo, debemos intentar no caer en él. Si, Aunque Uds. No lo crean, quedan aún de esos, todavía existen adolescentes que son capaces de ser concientes de sí mismos, que no tienen necesidad de cortarse o borrarse carreteando y que por lo menos, sienten curiosidad por el futuro y algo de importancia le dan. No, no son una leyenda urbana o un mito, pero para que estamos con
cosas, falta bastante poco para que esta clase de jóvenes se transformen en un buen cuento para entretener a los nietos.“Mijita, cuando yo era joven, era responsable, tenía más que claro que algún día iba a tener que enfrentarme a la realidad, y que iba a ir adquiriendo más y más cargas con el tiempo, sabía además que esa misma sociedad que me obligaba a romper sus normas, era la misma a la que después tendría que insertarme sí o sí. Me preocupaba el futuro y hacía algo por él, sin dejar de vivir el presente. Si mijita, es posible hacer eso, es cierto que todo se puede acabar mañana, pero eso no implica que yo no tenga metas y objetivos en la vida. Ser joven significa mucho más que pensar en que me voy a poner, que a donde es el carrete en la noche o como hago para superar mi propio record de ponceo, y no quiere decir tampoco que hay que enclaustrarse estudiando, que no haya que divertirse y carretear o que hay que vestirse como la sociedad lo impone, simplemente es encontrar el equilibrio, no descuidarse, no destruirse, volvernos concientes y ocuparnos de las cosas que nos interesan, evitando los excesos y riéndonos del mundo, sin que éste nos destruya. Sólo siendo conciente de lo que hacemos, evitamos el peor de los sentimientos, el arrepentimiento. Yo también fui joven alguna vez.”Posiblemente la respuesta de esa nieta distraída ante eso sea una mirada incrédula como queriendo decir que no es posible aquello mientras termina de ponerse sus extensiones o algo así y se prepara para vivir su día una vez más. Posiblemente ni siquiera se ha imaginado vieja ella también. Por que ese es uno de los problemas más recurrentes de la juventud hoy, la evasión, escapar como sea de los problemas, o de cualquier cosa que nos afecte, por grave o mínimo que sea, y la salida fácil se traduce en ir a volarse a la Costanera con un aerosol barato, en borrarse todos los días alcoholizado por que le va mal en el colegio y no es capaz de arreglarlo, en cortarse y tragarse un botiquín por que la vida es demasiado compleja y no hay oportunidades, por que mi peinado es más feo que el tuyo o por que mi pololo me engañó con mi mejor amigo. Pueden ser calamidades o problemas ínfimos, pero, nada justifica el escapar de esa manera, y ese es el punto.
Esa forma de actuar, me parece patética y cobarde, para andar dando pena por la vida, mejor matarse. Es justamente el pesimismo, la inconciencia y la falta de compromiso el sello distintivo de esta generación.
Si las cosas fueran fáciles, no tendrían ni una gracia, si no nos cayéramos nunca, no sabríamos apreciar lo que es estar de pie, si pensamos que perdimos antes de empezar a jugar, entonces mejor ni intentarlo, si nos quedamos estancados e inmóviles ante la vida, nunca sabremos lo que es realmente vivir, si no apreciamos la belleza de lo simple y aprendemos a enfrentarnos y a cambiar el curso de las cosas, a sobreponernos a nuestros conflictos, por mínimos o terribles que sean, entonces es mejor comenzar a pensar como lo hacen los jóvenes hoy, y actuar indiferentes y como zombies por el camino. Sólo queda esperar que algo despierte a esta generación perdida y que produzca un giro filosófico en sus vidas, y que los pocos, que no nos sentimos identificados y menos orgullosos, de esta manga de pokemongólicos, pelotulais y cuanta hierba rara más, no nos caigamos también en el mismo hoyo
del conformismo e indiferencia ante lo que nos rodea. Y por último, si esta generación “fallada de fábrica” efectivamente ya no tiene arreglo ni derecho a reclamos, creo que aún está a tiempo de esforzarse para no repetir los mismos errores de su propia, intrincada y compleja elaboración a la hora de escribir una nueva receta.
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10 comentarios:
jaja, si bien yo me siento mas que parte de lo que llamas juventud en tu discurso, es mas, me siento tanto un profeta de esta juventud, es cierto, quizas paso una buena hora arreglandome, vistiendome, carreteo todos los viernes y sabados, ponceo en luxor y voy a costanera. Oero cabe recordar que si hay algo destacable de la juventud y no de esta generacion, sino que de todas, es que cada ser humano es capas de elegir su forma de ser, de pensar y de llevar su vida frente a todos los problemas diarios qui quizas sean ridiculos, minimos, apenas concisos, pero aun asi yo me siento inteligente y con la capacidad de sobrellevar las cosas y no por identificarme con una tribu urbana como le llaman los viejos ahora, por ser pokemones y por decir "ni un brillo", me vuelvo tondo, cierto es qe la juventud decae, pero como tu dijiste no es un mito, ni menos una leyenda, siguen habiendo jovenes, por no decir idolos, que buscan un equilibrio y no se dejan llevar.
un beso, buenisimo
y a todo esto, te falto la personalidad y esencia de un buen joven de hoy en dia: "tay terrible rika wachita, dame tu msn (: ?".
Conuerdo contigo totalmente, encuentro que la "juventud" de hoy en dia es la que no podemos destacar. Yo estoy fuera de aquello y estoy muy agradecida de eso. Bueno encuentro que la juventud deberia ser conciente de lo que pasa actualmente que no es importante la apariencias y darse cuenta que el joven es influeciable y que sus influencias no son las mejores...
Espero que esto algun dia cambie y que la juventud no sea un dolor de cabeza para la sociedad...
Estuvo muy bueno tu ensayo
Tamara ics
Estoy muy deacuerdo contigo. Apesar a que a mi pareser no toda la juventud esta perdida totalmente, pero la mayoria si.No le encuentro la gracia a perder la vida tratando de encontrar una identidad, donde recurren a gente de una tribu. Dejar de lado cosas tan importanes como la familia, solo para poder drogarse, carretear, poncear, etc.
La falta de valores en la juventud es importante. como alguien que no conose el significado del amor. Total no importa porque todo el fin de semana poncean.
tal vez no sea solo culpa de esta juventud tambien de los padres, que no les enseñaron valoes, falta de comunicacion etc.
Como no tener control de sus accones. Me gusto mucho tu esayo:)
ola , bueno lei tu ensayo y encuentro que esta muy bien elaborado y que la gran parte de el es verdad , es cierto que hoy en dia el joven trata de buscar su "propia identidad" ..juntandose con sus pares, en distintos grupos, influenciandose mucho , trata de buscar personas que esten acorde con su personalidad y que tengan muchas cosas en comun , como todos estos grupos, pokemones , visuals , otakus, etc.., los cuales no son gran aporte a la sociedad. Encuentro que tu ensayo abla mucho de esto y le encuentro la razon, ojala los jovenes de hoy pudieran tomar conciencia de sus actos y ser finalmente un aporte a la sociedad.
muy bueno tu ensayo . BYE
Monserrat. L , ICS
Muy bueno tu ensayo, aunque hay algunas cosas en la que no estoy de acuerdo...
Lo que tu has nombrado recientemente, fueron puras cosas negativas en las que se pueden ver en la juventud, pero no todos los adolecentes tienen ese problema, fijate tambien en aspectos positivos.
Por que no todos los adolecentes se dejan llevar por sus amigos, como al consumo de drogas, adoptar sus tribu urbana, carretear mucho...
Buano aun asi, cuando consideroq eu faltan cosas que pongas, felicitacines por tu ensayo por que esta muy bueno.
Roberto.
pd: "Tay bien rika wuaxita"
muy bueno tu ensayo, esta muy completo y muy bien fundamentado... pero... yo creo que todo tienen distintas realidades, como dijiste que los jovenes buscan correr de ella. las realidades son distintas, y creo que muchas veces los jovenes adoptan estas modas, por influencia, pero siguen su vida normal, tomandole importancia a la vida y el futuro, por eso quizas es solo cuestion de apariencia en estas ocasiones... de moda.
pero estoy muy de acuerdo en todo lo que plateas, sin embargo, tambien quiero acotar que los jovenes quieren adoptar una "identidad", lo cual creo que es muy ironico, porque teniendo cada uno una identidad, se puede percibir que todos son iguales, en cuanto a apariencia, y muchos en cuanto a pensamientos.
R.A.G.
hola, bien.
La verdad es que la juventud ha perdido su verdadera identidad y se ha dejado influenciar por modas y masas por el hecho de no tener valores propios y una formación ya sea religiosa o familiar; cómo recalca acertadamente tu ensayo.
Si cada uno mirase a su interior y se viera a si mismo, cada cual se daria cuenta de su actos y buscaría su "yo". Si no se dejasen influenciar por masas y tendieran a expresar lo que brote espontáneamente de cada uno, todos tendrían sus propios ideales y formarían su propio criterio de seleción en los -caminos de la vida-
Quisás es verdad que la juventud es un divino tesoro porque es la etapa de la libertad de expresión y de recivir valores, la etapa en la cual deberíamos estar mas apregados a los padres, la etapa del amor libre y de los cambios.
De verdad, esta bueno el ensayo y creo que esos "divinos factores" son la televisión y el computador, que mas bien son "desvalorizadores divinos"...
Es bueno que un adolecente comente los problemas de la adolecencia, con terminos de esta misma y con la determinación necesaria como para conocerla.
Está ágil y entrete ;)
Besos.
Shio, 8vo
International Country School.
bueno,comparto completamente con este gran ensayo, ya que en el se muestra la verdadera y cruda realidad de los jovenes que hay hoy dia no hanquerido que salga a flotepor algo de miedo y revelion que traiga este.
dia a dia aparecen noticias donde se demuestra empíicamente la realidad de la juventud,nosolo chilena sino juventud mundial,claro,unos mas influenciados que otros pero con el mismo fin y con un mismo cuento.
tambien otra cosa que me parece certo pero que no es tan destacado en este ensayo, es la religion,ya que hoy se encuentra una sociedaad donde DIOS o la religion en sí misma no es necesaria ni para vivir ni existir, ya que la preocupación de la esta sociedad esta enfocada en otro ambito que nisiquiera existe ni un tipo de reflexion espiritual que pueda cambiar realmente tu vida, asi no tener que drogarte para pasar las penas.
sinceramente no me siento parte de esta juvente y creo que estoy cuidadando de no entrar en ella, ya que tengo proyectos para mi futuro en donde se desmuestra que no soy ni quiero ser parte de esta sociedad que lleva a la destrucion completa de tu vida, la supuesta vida que tu debes construir.
creo que esta forma de vida va a influir en el futuro de cada joven ya que estan en plana formacion donde uno de los valores mas importantes, oseea, el amor, amistad y respeto no estan precentes,todos poncean con todos sin darse cuenta que la identidad esta siendo estropeada e influenciada por gente que no vale la pena y que solo estara con tigo en momentos de´supuesto placeer(erreo,ponceo,carrete etc..)
en conclusion creo que ni yo, mi famielia y seres cercanos a mi van a estar vinculados con este tipo de vida.
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